Adaptación de los hogares para permitir la movilidad, autonomía, entretenimiento y comunicación de todas las personas

Un componente importante de la independencia es la capacidad de entrar y salir de nuestro propio hogar y de ser capaz de movilizarnos con facilidad y seguridad dentro del mismo. 

Las limitaciones en movilidad o capacidad de interactuar con el medio dificulta la autonomía de las personas con discapacidad y muchas de sus actividades en la vida diaria. Además de las actividades básicas de la vida cotidiana, se trata de que estas personas puedan disfrutar de las posibilidades de entretenimiento y comunicación que los avances tecnológicos han puesto al alcance de la población. 

Persona con movilidad reducida

Es necesario planificar las modificaciones del hogar en función de las limitaciones funcionales concretas de cada uno de sus habitantes. Podemos agrupar a las personas con discapacidad de la siguiente forma:

Ambulantes: sus dificultades principales radican en:

• sortear desniveles
• pasar por espacios estrechos
• realizar trayectos largos sin descansar
• aumenta el riesgo de caídas, resbalones, precipitaciones
• dificultades para abrir y cerrar puertas, para accionar mecanismos que precisan de las dos manos

Sillas de ruedas: sus dificultades principales radican en:

• sortear desniveles / escaleras
• imposibilidad de superar pendientes, peligro de volcar, resbalar, pasar por espacios estrechos
• limitación de sus posibilidades de alcance manual y visual
• necesidad de espacios amplios para girar, abrir puertas, para accionar mecanismos que precisan de las dos manos

Sensoriales: sus dificultades principales radican en: 

• identificación de objetos
• detección de obstáculos, desniveles, elementos salientes
• determinación de direcciones y seguimiento de itinerarios
• identificación de señales acústicas, alarmas, voz, timbres